17 abril, 2007

Iglesia de Santiago Apóstol

En diciembre de 1489 se produce la conquista de Almería por parte de los Reyes Católicos, en pocos años el urbanismo, la economía en definitiva toda la sociedad sufrirá profundas transformaciones.

En 1522 Almería sufrirá un devastador terremoto, que lleva a una nueva construcción tanto física como socialmente de la ciudad de Almería. Se divide la ciudad en cuatro colaciones o parroquias: Santa María, San Juan, Santiago y San Pedro y San Pablo, las mezquitas se transforman en iglesias, los oratorios en ermitas y muchas casas y huertas se transforman en conventos. El terremoto fue tan devastador que la ciudad quedó convertida en ruinas. La construcción de la Catedral, impulsada por el obispo Fray Diego Fernández de Villalán, se convierte en todo un símbolo de la refundación de Almería.


La iglesia, fundada por los Reyes Católicos en 1494, se incluye dentro de las parroquias en las que se divide la ciudad para cristianizarla. Primitivamente, se instaló en el solar del actual convento de Santa Clara, para trasladarse con posterioridad al solar actual, junto a la antigua ermita de Santa Lucía, en el camino de salida de la Almedina a la Puerta de Pechina.


La Iglesia de Santiago es el templo más antiguo de la ciudad de Almería. Las obras se iniciaron en 1553 bajo la dirección de Juan de Orea, bajo el obispado de Fray Diego Fernández de Villalán, terminándose en 1559.


El templo, declarado Monumento Histórico-Artístico del Siglo XVI en el año 1931, cuenta con dos fachadas exteriores. La fachada renacentista lateral, obra de Juan de Orea, destaca por su estilizada torre y la decoración con motivos a candelieri y grutescos. La fachada principal se caracteriza por un gran relieve escultórico que presenta a Santiago Matamoros, auténtico símbolo del triunfo de la Cristiandad (popularmente se dice que el rostro es un retrato del emperador Carlos I de España).


Tiene planta basilical, la nave central mide casi cuarenta metros de largo por trece de ancho, y está cubierta por un soberbio artesonado de madera. Las naves están separadas por arcos de medio punto. Uno de los elementos más importantes del conjunto es el presbiterio que mezcla elementos góticos y mudéjares, es obra del alarife Zunzunegui.


El templo, en su primera etapa, corresponde al estilo mudéjar, dado que la urgencia de su construcción por necesidades políticas de afianzar el cristianismo va ligada a una precariedad constructiva. Por ello, en su interior albergaba una artística armadura mudéjar de limas. Pero su estructura definitiva corresponde ya al renacimiento. La iglesia, que sufrió graves daños durante la Guerra Civil Española, destruyó la armadura mudéjar y otras joyas considerables de su imaginería.